En la antología poética «Poesía Ultimísima» de Basilio Rodríguez Cañada, perteneciente a la Colección Sial de Poesía, publicado por ediciones Libertarias / Prodhufi, podemos ver un amplio panorama muy heterogéneo de lo que podrían ser las penúltimas generaciones de poetas españoles.
Los criterios de selección han sido amplios y generosos. En este sentido no es una antología al uso, corriente. Las antologías poéticas tienden a unir o “encasillar” estilos, generaciones, etc., en este caso no es así: se trata de un testimonio de lo que hubo y hay recientemente, donde prima precisamente la disparidad. Es una selección más de desencuentros estilísticos que de encuentros convergentes. Un enfoque mucho más abierto y liberal de la reciente (y no tan reciente) poesía contemporánea.
José Martín Molina, en el prólogo del libro, nos habla de su hacer poético:
Decir que mis poemas son barrocos, surrealistas, de la experiencia, novísimos, conceptuales, caligráficos, de realismo sucio, abstractos, románticos, existencialistas, expresionistas, pornográficos, urbanos, etcétera (que lo son), es siempre quedarse corto, un querer y no poder, porque ellos, los muy bastardos, son otras mil cosas diferentes, que se me escapan y se me escaparán siempre (un padre siempre se hace ideas falsas y limitadas sobre sus hijos).
Diré además, para aclarar lo que pudiere, que escribir, para mí, se trata, sencillamente, de una fe ciega en el impulso (al final siempre prorrumpe el verbo rompiendo cataratas); es decir, que en una especie de laberinto erótico o perversión, las palabras nos llevan, son ellas las que eligen vivir o morir; el uno, el yo, un servidor, es su feliz intermediario, siempre sorprendido y extasiado (con la tinta hasta las cejas), entre los milagros y hallazgos florecientes que emanan de la palabra y el sonido…
Poemas de José Martín Molina publicados en “Poesía Ultimísima”:
DE COMPRAS
cuando voy al corte inglés
no es para comprar espaghettis
o lechugas
ni por favor póngame un kilo de lomo,
tampoco voy a comprar un haifidelity.
mucho menos champú
unos vaqueros o un gorrito de lana
y no digamos pecar de hortera o mimoso
y comprarme un elefantito de peluche.
al corte inglés
tampoco voy a por papel cel
ni palillos
ni paté de oca que no me gusta.
para nada libros de cocina
o de deporte
o de aprenda alemán en cuatro días.
ni por supuesto
preguntar por la sección de ferretería
– gracias muy amable.
ni cinco cuchillasdeafeitar.
ni tampoco birra güiski café
ni rotuladores pinceles sacapuntas
ni siquiera una sandía una corbata un sello.
sencillamente
voy
porque me gusta ver
cómo trabajan las mujeres
del corte inglés.
además
con esos preciosos uniformes
me da la sensación
de que todas ellas
me pertenecen.
sin duda
que es el pudor
lo que me impide
acercarme por detrás,
besar sus nucas
con mimo
delicadeza
y susurrarles
very piano
bájate la falda.
ORACIÓN NO VOCACIONAL SINO VACACIONAL
Padre Nuestro,
que estás en las bahamas
con tu nimbo al sol,
santificado sea tu gato
y todas las especies,
hágase tu insensata voluntad
así en la playa como en la cama,
y por supuesto
el sexo nuestro de cada día
dánosle hoy
y por qué no también mañana,
perdónanos nuestros gases
así como nosotros perdonamos
a nuestras centrales nucleares,
no nos dejes caer en el aburrimiento fatal,
más líbranos de dios,
amén.
UN RAYO DE SILVIA
Tus caderas son un trébol de cuatro ojos.
y yo la fortuna
que abraza por el talle
tu tallo de hormonas sucias.
y tu lengua eficaz repaso de mis poros.
y en tu centro
el MATOJO, silvestre tragaluz perfectamente labrado
entre rizos de negro alambre;
acariciándome como un desfile de púas blandas.
Me quedo
entre tus guedejas tus brazos tus dientes dos siglos más
y te labio el ass,
donde tú eres perfecto trazo,
el brío y el contorno de la yegua agachada,
las crines y
la bofetada en mis neuronas sedientas de perro,
el preludio de los latigazos de rabia en el vientre.
(la sangre desbordará un río azul de vísceras tiernas).
EL ARCHIVO DE LA MEMORIA
Un tirabuzón o una sandalia.
Y el olor sudado de un zapato de
tacón / profundo aroma de sublime
tornillo en el recuerdo.
las piernas largas o un esfínter atrapado en
salmón (siempre azul).
Y la neurosis
dentro de un frasco de
arrimados perfumes / una diapositiva / un
microchip grapado en el olfato.
una caricia de pegajoso amianto o
una culebra con piel de sexus tapando la boca.
Y una conjunción de hormonas en los
óvulos celestes: te nutrirás de la
luz del calamar.
NUNCA olvidarás el bulbo tacto
de su canción abierta.
ZONA PROHIBIDA
El miedo es algo sólido,
la imaginación vívido
chantaje. Si tú, lívido
ángel de labio pálido
vienes a mi suave óxido,
despertando mi sádico
látigo de diabólico
ancestro y odio lúdico,
seré tu pájaro ávido
de ácido trino sórdido
y pensaré en un tórrido
lenguaje, que tu tímido
batir de alas, el mórbido
desenlace final apriete.
ALGÚN DÍA
algún día
escribiré un poema
en el que no habrá
ni una sola palabra
ni imagen
ni metáfora
ni sonido
ni gesto
evidente o sutil
de violencia.
será
cuando ya no tenga ganas
(o cuando se trunquen las ganas)
de amar / matar
la vida.